miércoles, 30 de abril de 2008

El Mar, The man with no name & yo

Me encontraba en la parte más alejada de un espigón de rocas grandes, unas rocas que parecían cubos de hielo hundidos en un vaso enorme de ginebra Bombay Sapphire. Con el pelo alborotado y con equilibrio precario, mi vista se concentró en el horizonte. Respiraba la brisa marina profundamente y al compás de las olas. Mi mente consiguió estar en blanco. Por un momento mi encefalograma no reflejaba picos de ansiedad, ni de alegría, plano como el mar en calma. Unas gaviotas despistadas pincelaban el cielo azul con sus blancas alas. Al fondo, en tierra, las palmeras se balanceaban suavemente. Todo se movía como en una gran coreografía, a su tiempo y en conjunto. Mis ojos, mi nariz, mis oídos, mi piel se llenaban de sensaciones... ”¡¡¡¡¡¡¡Quillo!!!!!!! ¡¡¡Quel chucho sa escapao y sestá cagando ensima la toalla del señó...me cagen en sus muertos!!!!Ya te lo desia yo...una y no más...que no...pal coche, venga, pal coche!!!!!!” ...Mi equilibrio era precario, lo había dicho antes...me caí. Cuando me levanté, mi corazón estaba al lado de un cangrejo con la pata rota, justo al lado de la toalla...sí, la toalla del perro...sí, el “señó” era yo. Una pregunta surgió de repente entre la nebulosa producida por la ira que me obnubilaba los sentidos...¿Que hubiera hecho Clint, el manco, “The man with no name”?

2 comentarios:

Eric GC dijo...

The only thing that it wanted to say is: You are a star player, you're a crack, man!!! Me apunto a los métodos del señor Clint. Cómo molan!!! Pero recuerda esa gran frase de Rambo IV: "Morir por nada o vivir por algo" (Profunda, sí señor, que no se diga)

Unknown dijo...

Pues con la caida, el tropezón, el resbalón, las rocas del espigón y la pata del cangrejo, te habrás quedado con... ¡¡¡CON UN PUÑADO DE DOLORES!!! ouch, me estremezco solo de pensarlo...


Por cierto, alguien podría decirme la marca del revólver de Clint, porque si con una sola pistola se carga un ejército de malhechores, habría como para pensar en agenciarse una de esas armas...

Igual Dios lo sabe, quiero decir, bueno, me refiero a Charlton, el de las tablas de la ley del otro día, tú ya me entiendes...