viernes, 2 de mayo de 2008

El Increíble Hombre Menguante

Hay días en los que cuando te levantas todos los problemas que tienes, y los problemas solucionados pero que sufriste especialmente, aparecen sin compasión. Es entonces cuando al mirarte en el espejo parece que te hayas empequeñecido, y lo más grave…que sigas reduciéndote a pasos agigantados mientras que los problemas te ganan terreno y se hacen enormes. Una sensación realmente desagradable. Cuando me ocurre, siempre me acuerdo de una película de clase B que visioné hace ya algunos años. Pese al tiempo en que se realizó, tiene efectos muy buenos,(es de 1957). La angustia que vive el protagonista,(Grant Williams) es abrumadora. Al compararme con él, siento un alivio, por que yo al menos, no seguiré disminuyendo de tamaño constantemente… sí, ya lo sé…que cabrónnnnnnn……

3 comentarios:

Eric GC dijo...

Sobre el empequeñecimiento amigo mío, el increíble escritor argentico-polaco Witold Gombrowicz es un primor. Recuerdo un pasaje de su "Ferdydurke" en el que habla de su "Cuculito"(en referencia a su pompis que va menguando cada vez más). El ser humano es ansín. Yo, sin ir más lejos, estoy escribiendo esto con la ayuda de un pingüino porque no consigo llegar al gran teclado que nos rodea. Puede que sea mi imaginación o puede que sea el empacho de mejillones que me he zampao. No estoy seguro. Pero menguar, menguo.

David, el pan paniscus curiosus dijo...

Que se puede esperar de un polaco nihilista con ese apellido, parece el primo hermano de la mascota de los juegos de Atlanta "Whatizit",(Izzy para los amigos)...además de ser a quien corean con tristeza en las fiestas de Castellón cuando terminan, "¡Madalena Witold!", menudo aguafiestas...por otro lado espero que el pingüino que le ayuda sea el Emperador, (Aptenodytes Forsteri), ya que es el más alto de sus parientes...en caso de que fuera un Alca gigante,(Pinguinus impennis..., suena fatal), hagamelo saber, por que están extintos y sería un puntazo presentarlo a la National Geographic y ganarnos una pasta...gracias.

Unknown dijo...

A mi esta pelicula me dejó un cierto poso de amargura y desazón... no podía más que sentir pena por el protagonista y me preguntaba qué sería realmente de él si seguía menguando, menguando, menguando...


La respuesta a mis dudas la tuve años más tarde, cuando identifiqué sin dudarlo al amigo de la peli como Arcturus Rann, comandante en jefe de Los Micronautas... regresando al hogar subatómico tras siglos y siglos de exploración en el espacio...


http://dreamers.com/web1/i/articulos/e/295/p/articulos/basico.html


Bueno, o era él o me sentó mal la sobredosis de LSD que me tomé aquel día... una de tres...