viernes, 16 de mayo de 2008

Viajes en avión, un placer...

Recientemente he realizado un viaje en avión y es realmente fascinante, la sensación que experimentas es increíble. Es una sensación entre aventura y desafío. Me explico, aventura porque no sabes cuando tomarás el avión,(la hora preestablecida es una anécdota), obviamente no sabes cuando llegarás al destino, máxime cuando estás en transito y debes realizar varias escalas, lo que incrementa aún más tu adrenalina al comprobar que puedes perder conexiones. Esperas interminables con poca información,(el mejor momento es el que vives delante del panel informativo de vuelos y aprecias que el tuyo tiene un rótulo parpadeante en color rojo “DelayedRetrasado”…Ahhh! que momento…) y para pasar el tiempo decides beber un refresco o una tila y…sales como Cristo crucificado cuando pides la cuenta. La aventura no termina ahí, esperas con ansiedad el tipo de azafata que te tocará una vez estés dentro del avión. La azafata simpática, (en período de extinción), la caraculo, (la más abundante), o la funcionaria, (esto es lo que hay, si quieres bien y si no también, como lo que dijo Heródes, te jo…). Para finalizar está la famosa y terrible prueba de la cinta con el equipaje, es donde más se utiliza el rosario, las velitas y estampas de San José de Cupertino, Santo Patrón de pilotos, astronautas, aviadores, viajeros de avión y estudiantes, su oración no debe faltar en el equipaje de mano de cualquier viajero, la transcribo a continuación:
“Querido Santo, purifica mi corazón, transfórmalo y hazlo semejante al tuyo, infunde en mí tu fervor, tu sabiduría y tu fé. Muestra tu bondad ayudándome y yo me esforzaré en imitar tus virtudes. Gloria...
Amable protector mío, el estudio frecuentemente me resulta difícil, duro y aburrido. Tú puedes hacérmelo fácil y agradable. Esperas solamente mi llamada. Yo te prometo un mayor esfuerzo en mis estudios y una vida más digna de tu santidad. Gloria...
Oh Dios, que dispusiste atraerlo todo a tu unigénito Hijo, elevado sobre la tierra en la Cruz, concédenos qué, por los méritos y ejemplos de tu Seráfico Confesor Jose, sobreponiéndonos a todas las terrenas concupiscencias, merezcamos llegar a El, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. “
Y desafío… por que no sabes hasta cuando podrás soportar todo lo que estás sufriendo. Empiezas el calvario en el arco de seguridad y las sugerencias, exigencias, de los guardas jurados…el cinturón se lo quitan…el reloj…el ordenador también…en cubeta a parte…la chaqueta…la cartera…las monedas…los zapatos…los coj…, el cacheo…humillación y desplantes, y tu soportando. Más tarde dentro del avión le pides a la azafata, (normalmente la caraculo o funcionaria), un periódico…”los periódicos sólo se dan en Business”… ¿podría darme un poco de agua?...”Debe pagar por la botellita caballero”… ¡Sólo te dan un caramelo! Y si quieres coger más de uno te lanzan una mirada que te fulminan allí mismo. En fín, resultado 12 horas de viaje con sólo 3 horas de vuelo…lo dicho… fascinante.

1 comentario:

Eric GC dijo...

12 horas de viaje por tan solo 3 de vuelo??? Fascinante!!! Recuerdo que un primo hermano del vecino del tercero tercera se pasó alrededor de 36 horas de viaje por media hora de autobús al pueblo de al lado. Se ve que el tío se dejó llevar por la sensación de libertad que le suponía salir de su casa, dejar a sus padres solos (con 100 y 101 años respectivamente), y viajar a 12 kilómetros de distancia, de tal modo que saltando de júbilo llegó a las Maldivas y volvió (nadie sabe cómo). Reconozco que eres un campeón. Good luck, man!!!